Los estudiantes del Colegio Don Orione diseñaron dispositivos de calefacción con hierro y ladrillos, que serán donadas a sectores humildes.
“Acompañar y ayudar al prójimo” es la premisa bajo la que los alumnos de séptimo año del Instituto Industrial Pablo Tavelli, perteneciente al Colegio Don Orione, llevan adelante la construcción de “estufas solidarias”, unos dispositivos de calefacción de hierro y ladrillo que son donados a familias de bajos recursos.
La iniciativa surgió durante una de las actividades solidarias que los alumnos realizan en los barrios de la zona sur de nuestra ciudad.
“Con los profesores de taller nos preguntábamos cómo podíamos ayudar desde nuestro perfil técnico”, explica a LA CAPITAL Fernando Mallo, uno de los docentes que coordina el proyecto, junto a Fabio Braguette y el arquitecto Marcos Teijeiro.
Así, cuenta que tras definir el proyecto, se lo comunicaron a los estudiantes, que con “entusiasmo y compromiso” comenzaron con la creación de las estufas.
Según señaló, si bien los profesores siempre estuvieron presentes guiando el proceso, fueron los propios alumnos los responsables de la elaboración de los planos, la construcción, las pruebas e incluso la difusión.
“Estamos orgullosos de lo que estos chicos han logrado”, precisó Mallo y agregó: “Intentamos que independientemente de los contenidos de las materias, los chicos se involucren con los valores que nos enseñó Don Orione. Que piensen de forma más humana en cómo acompañar y ayudar al prójimo”.
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En el marco del proyecto, decidieron crear la página de facebook “Estufa Solidaria” donde toda persona que tenga los elementos necesarios pueda acceder a los planos del diseño y construirla.
“Hemos recibido mensajes de todo el país e incluso de algunos países de Latinoamérica, donde nos cuentan que van a construirlas. Las necesidades muchas veces exceden el pequeño aporte que nosotros, como colegio, podemos hacer”, manifiestó Mallo.
La estufa es un dispositivo económico, creado a partir de materiales accesible como ladrillos y hierro, que al estar sellada brinda la posibilidad de quemar madera, calefaccionando el ambiente, sin pérdida de humo.
Si bien los primeros prototipos que realizaron fueron costeados íntegramente por la escuela, no descartan recurrir al sector empresario en busca de donaciones para construir mas estufas destinadas a los que menos tienen.
A partir de una publicación en Twitter de uno de los alumnos, el proyecto de calefacción se viralizó y captó la atención de usuarios en todo el país.
El impacto que se generó en las redes sociales sorprendió tanto a profesores como a estudiantes. “Nunca pensamos que podría llegar tan lejos. Nos queda mucho trabajo por delante pero gracias a Dios, contamos con el compromiso de este grupo de alumnos que nos sorprenden día a día.”
Esta semana los docentes y alumnos que trabajaron en el proyecto se acercarán a las comunidades de la zona sur para presentar la iniciativa.